En el mundo del emprendimiento, la innovación para romper con lo tradicional y encontrar nuevas fórmulas que hagan lograr buenos resultados, es esencial. Más aún cuando nos encontramos inmersos en un mercado cada vez más saturado y que complica la misión de llamar la atención de la audiencia y conectar con ella. Y es que, en los últimos años, la llegada de nuevas tecnologías y de las redes sociales han provocado que estemos expuestos a gran cantidad de contenidos por múltiples canales. En este contexto, ¿cómo puedes hacer que tu marca destaque frente a las demás y llame la atención del espectador?
Una de las formas de lograrlo es a través del storytelling, una estrategia que gracias a sus buenos resultados, es cada vez más utilizada. En este post te hablamos de ella.
Qué es el storytelling
Quién no se ha emocionado alguna vez con los tradicionales anuncios de Navidad. Hay personas que incluso esperan su llegada en esas fechas gracias a la conexión que han logrado establecer con la audiencia. Esto es gracias a un storytelling bien elaborado.
El storytelling, que significa literalmente contar historias, es una modalidad de marketing de contenidos en la que se abandona el tradicional anuncio promocionando tu producto o servicio para contar una historia que refleje los valores y esencia de la marca, apelando a las emociones de la audiencia para lograr una conexión con ella. Y es que a las personas nos gustan las historias desde tiempos inmemorables, atraen nuestra atención y nos atrapan hasta el final para saber cómo desenlaza. Por ello, muchas marcas aprovechan esto para crear sus propias narrativas a través de técnicas literarias o guionistas para poder transmitir los mensajes de manera más atractiva y conectar con su audiencia.
Hay que tener muy claro que, aunque el storytelling represente a tu empresa, no es un anuncio promocional, ni algo que hable de tu marca, ni que anime directamente a comprar. El objetivo final de esta estrategia es atraer y conmover al público de forma que conecten contigo. Si se hace bien, los beneficios que se pueden obtener no son ninguna tontería:
- Captar la atención. Las historias son un formato que llama la atención de la audiencia más fácilmente que otro. En un contexto en el que estamos saturados de información, qué mejor manera de atraer la atención de la audiencia que con una buena historia que les haga conectar.
- Relación a largo plazo. Las emociones que puede despertar tu historia en la audiencia, puede provocar una experiencia muy positiva que tardará en olvidar. Esto puede ayudar a aumentar la fidelidad hacia tu marca y establecer una relación sólida y a largo plazo.
- Fomenta la viralidad. Es una buena forma de lograr que tu marca esté en boca de todos. Usar el storytelling fomenta en gran medida que te hagas viral, algo que no es sencillo.
Las claves del storytelling
Lo cierto es que muchos consideran el storytelling incluso como un arte y, como tal, requiere creatividad, habilidad y práctica, ya que para que funcione, no vale cualquier cosa. Te damos una serie de pasos que debes emplear para ponerlo en práctica:
- Define tu objetivo y valores. La historia que cuentes debe reflejar el alma de tu marca, por ello, antes de contar nada, debes saber quién eres.
- Conoce a tu audiencia. Debes tener claro a quién vas a hablarle, conocer bien a tu audiencia. Solo de esa forma podrás crear una historia con la que puedan sentirse identificados.
- Elige el formato. Hoy en día, las historias pueden contarse en múltiples formatos: en vídeo, en redes sociales, en una campaña transmedia. Elige la que más se adecúe a tus necesidades.
- Estructura tu historia. Como el storytelling consiste en contar una historia, debe contar con los elementos claves de cualquier narración:
- Mensaje. La idea que se quiere transmitir
- Contexto o ambiente. La historia sucede en algún lugar y momento que debe ser descrito y mostrado para que la audiencia conecte más fácilmente
- Personajes. ¿Qué es una historia sin sus protagonistas? Tiene que haber personajes y un protagonista que será quien experimente la transformación final tras resolver el conflicto.
- Conflicto. Una historia no es interesante si no pasa nada, es por ello que tiene que haber un conflicto, que será lo que despertará la atención de la audiencia. Este será el desafío que motive al protagonista a llegar al final de la historia. Puede ser por ejemplo, el problema con el que puede contar tu público objetivo y al que tu servicio o producto le da solución. El conflicto debe hacer que el público se pueda sentir identificado.
- Resolución. Es el final, cuando el conflicto se resuelve y llega a su conclusión.
- Integra el producto pero sin forzar. El producto o servicio que tu empresa ofrece no es el protagonista de la historia, pero sí que puede formar parte de ella como elemento del desenlace, por ejemplo.
- Apela adecuadamente a las emociones. Decide qué emoción quieres provocar y estructura la historia enfocada a despertarla para poder generar conexión real con la audiencia.
Ejemplos claros del uso de esta estrategia se pueden ver en empresas de gran tamaño como Coca Cola o Nike. ¿Recuerdas el último anuncio en el que te vendían directamente un refresco o unas zapatillas de deporte? Ahora es tu momento de hacer uso de esta estrategia. Piensa en qué historia quieres contar a tu audiencia y cómo quieres hacerlo. ¿Lo harás por escrito o mejor en vídeo? ¿A qué emociones apelará? ¿Contará una historia real o será ficticia? Da rienda suelta a tu imaginación y empieza a crear una historia que cautive a tus espectadores para crear una conexión duradera con ellos.