¿Conoces la metodología OKR? ¿Quieres averiguar por qué es una buena metodología para emprendedores? OKR (de las siglas Objectives and Key Results) significa Objetivos y resultados clave. Esta metodología permite a los emprendedores y empresarios alinear a todos los miembros de la compañía en torno a un foco común para alcanzar las metas estratégicas de una forma rápida y eficiente.
En la práctica, también es perfectamente aplicable a equipos unipersonales, lo único necesario para poder usar OKR, es ser capaces de diseñar unos objetivos, que siempre irán alineados con el propósito de la startup o empresa.
El elemento diferenciador de OKR, es que se trabajará con pocos objetivos y estarán definidos a corto plazo. Habitualmente, se suelen definir entre 3 y 5 objetivos por cada ciclo, que dura aproximadamente un trimestre.
Al definir objetivos a corto plazo, la motivación aumenta, y este seguimiento se puede hacer fácilmente identificando aquellos indicadores que muestran que se han logrado esos objetivos, que en OKR se llaman resultados clave.
También es importante establecer un sistema de medición que permita validar que realmente se están logrando los objetivos, y además facilitará que nosotros mismos y nuestro equipo, en el caso de tenerlo, esté motivado.
El último elemento imprescindible en esta metodología son las tareas, que son aquellas actividades mediante las cuales completaremos cada uno de los objetivos.
Sin duda, para que OKR sea efectivo, es importante que tanto los objetivos como los resultados clave sean lo suficientemente ambiciosos. Un buen indicador de que esto sea así, es que alcanzar el 100% de los objetivos debe ser prácticamente imposible.
Por último, debemos tener en cuenta que una de las herramientas más valiosas a la hora de implementar los OKR en una organización, es la Gestión Continuada del Rendimiento a través de los CFR: Conversaciones, Feedback y Reconocimiento.
Para que este seguimiento sea efectivo, es importante dedicar tiempo a preparar el feedback, realizando también un autofeedback que nos ayude a identificar puntos de mejora, y a la vez basar el feedback que proporcionemos en hechos concretos con ejemplos, para que sean comentarios concretos y que no se basen en sensaciones.
Este seguimiento y evaluación se puede realizar a través de diferentes tipos de reuniones, ya sean semanales, mensuales o trimestrales, y deben definirse en función de las necesidades del proyecto, sin ser obligatorias y revisando que siempre sean útiles: minimizar la cantidad y maximizar la calidad de las reuniones.
Si crees que esta metodología puede funcionar para tu startup, te dejamos algunas herramientas en las que apoyarte para su implementación: General Internet, Profit, ToughtFlow, Atiim, Workteam, Trello, Gtmhub o WorkBoard son solo algunos ejemplos. ¿Te animas a implementar OKR en tu proyecto?
Consulta el blog de La Lonja de la Innovación para encontrar más consejos para gestionar una startup.