Si eres una persona emprendedora, sabrás que la gestión financiera es clave para el éxito de tu negocio. Por ello, hace poco te dimos un poco de orientación contándote algunos de los términos más comunes que debes conocer sí o sí si eres una persona emprendedora. Pero ahora damos un paso más allá, ya que, a menudo, el exceso de optimismo, la falta de experiencia o el desconocimiento en las finanzas pueden dar lugar a errores comunes que pueden poner en riesgo la salud financiera de tu empresa. Y, para que puedas evitarlos, aquí te traemos una lista de algunos de ellos.
Errores financieros comunes
Tener un control y organización financiera sólida es esencial para que tu empresa pueda crecer y triunfar. Los errores en este ámbito no son únicamente de los emprendedores más novatos, sino que hasta el empresario con más experiencia puede llegar a cometer alguno. Pero para que tú puedas tenerlos en la mente a la hora de dar vida a tu startup y puedas evitar caer en ellos, te los contamos aquí:
- Déficit de liquidez. Dar vida a tu idea de negocio con un capital inicial insuficiente solo hará que tarde o temprano tengas que depender demasiado de la financiación externa, aumentando el riesgo de endeudamiento. Para evitar que esto te ocurra es importante que antes de lanzarte al mercado evalúes cuánto capital necesitarás y, además, tener un fondo de emergencia, es decir, un dinero reservado para posibles imprevistos.
- No tener un presupuesto. Planificar los gastos de una empresa es uno de los pasos principales antes de ponerla en marcha. Es esencial hacer un presupuesto anual que te deje claro cómo distribuirás los gastos de tu proyecto y respetarlo todo el tiempo. Cuando lo hagas, también debes tener en mente posibles necesidades que aparezcan en el medio plazo para poder asumirlas en el caso de que estas surjan.
- Tener costes fijos muy elevados. Es una barrera muy grande para el crecimiento de una empresa, sobre todo, si no logras los ingresos que habías planificado. Para que esto no te pase, optimiza tus gastos fijos desde el inicio y evalúa constantemente qué costos pueden reducirse sin que esto afecte a tus resultados.
- Demasiada deuda. Tener una deuda demasiado alta pone en riesgo el crecimiento de tu proyecto, ya que todos los ingresos que obtengas irán destinados a pagar esas deudas en lugar de invertirlo en tu empresa. Es importante que, cuando pidas un préstamo, hagas una evaluación previa de tu capacidad para pagarlo a tiempo, ya que, aunque el acceso a créditos pueda ser de gran ayuda para poder crecer tu negocio, también se puede convertir en un enorme lastre si no se pueden terminar asumiendo.
- No invertir en tu proyecto. Cuando comienzan a llegar los primeros ingresos y beneficios, es probable que tengas la tentación de quedártelo para ti. Sin embargo, esto sería caer en un gran error. Una startup, sobre todo cuando acaba de empezar, necesita inversión. Por ello, es importante que los primeros ingresos que se logran se reinviertan en tu negocio para poder seguir creciendo y generando más, garantizando el éxito financiero a largo plazo.
- No llevar un control de los costos y gastos. Llevar un control minucioso de todos los gastos que tiene tu compañía es crucial para poder evitar desequilibrios y desviaciones en el presupuesto. La contabilidad de tu negocio te permitirá tomar decisiones basadas en datos reales. Por tanto, no descuides esta área de tu negocio, lleva un registro exhaustivo de todos los movimientos financieros de tu empresa y haz revisiones mensuales para que todo esté bajo control.
- Desconocer las regulaciones fiscales. No se puede dar vida a un negocio sin conocer las leyes, normativas tributarias y obligaciones fiscales, de lo contrario, puedes caer en su incumplimiento, lo que tiene consecuencias como multas y sanciones. La solución a esto es hacer un seguimiento de tus obligaciones fiscales, para ello, puedes tener un asesor que te ayude. Además, de haber consultado con antelación toda la normativa a cumplir y tenerla siempre actualizada. Por último, te recomendamos que revises los beneficios fiscales disponibles y los aproveches si es posible.
- No diversificar los ingresos. Otro error muy común es el de confiar únicamente en una fuente de ingresos, lo que es una amenaza a la estabilidad financiera. Esto te hace vulnerable ante los cambios y condiciones del mercado. Por ello, explorar más alternativas y diversificar es una clave.
Algunos consejos finales
Tras ver todo lo anterior, ya tendrás bastante claro qué debes evitar y cómo hacerlo. Pero antes de irnos, queremos dejarte algunos consejos finales para que puedas prevenir errores en tu organización financiera:
- Conocer las regulaciones y hacer revisiones periódicas sobre estas para estar al tanto de posibles cambios legislativos.
- Haz auditorías internas regularmente para poder detectar errores antes de que haya problemas de mayor tamaño. Para ello, puedes contratar a auditores externos para asegurarte de que esta revisión sea realmente objetiva.
- Fomenta la educación financiera en tu empresa, sobre todo en los empleados que asuman roles financieros, esto evitará caer en errores por falta de conocimiento.
- Por último, si las finanzas no son lo tuyo y no consigues tomar el control correctamente de esta área, te recomendamos contratar a algún asesor externo que te ayude a tenerlo todo bien gestionado.
Administrar bien las finanzas de tu empresa es clave para alcanzar el éxito. Evitar estos errores y aplicar buenas prácticas te permitirá asegurar el crecimiento sostenible de tu negocio.