A la hora de emprender hay muchos factores, pasos, herramientas y elementos fundamentales que, cuando se hacen bien, guían al emprendedor hacia el buen camino. Uno de ellos es el branding, un proceso, a menudo, subestimado. Lo cierto es que muchas personas confunden conceptos y piensan que el branding no es más que un nombre o un logotipo y por ello no se le da la importancia que merece. Sin embargo, este es un proceso mucho más complejo que engloba numerosos pasos y factores encaminados en lograr transmitir la personalidad y el alma de la empresa.
Uno de los principales objetivos de cualquier empresa es el de destacar en un mercado saturado y el de ser reconocida por los consumidores. Esto es lo que se consigue al seguir una buena estrategia de branding, que haya sido elaborada y planificada con el tiempo y recursos necesarios. En La Lonja de la Innovación, somos conscientes de la relevancia que tiene a la hora de alcanzar el éxito, por ello Chio Díez, mentora en Branding y UX/UI, ayuda a todas las startups aceleradas a elaborar este proceso de forma inteligente y eficaz.
¿Qué es el branding?
El branding es como una presentación de tu empresa ante el mundo. Es el ADN de tu marca, aquello que la define, su identidad. En conceptos más técnicos, es el proceso de definición y creación de una marca, formado por una serie de acciones enfocadas a posicionarla y a transmitir sus valores y su propósito. Es decir, se centra en que una empresa sea conocida en el mercado y conquiste a los consumidores creando conexiones con ellos para que, de esta forma, elijan tu marca en el momento de la decisión de compra.
Dicho esto, es evidente que no consiste solo en el logotipo y los colores que van a representar a tu empresa, como muchas personas creen, sino que guarda más relación con las sensaciones que quieres transmitir y la experiencia que los consumidores tendrán al comprar tus productos. En este sentido, abarca todos los elementos tanto tangibles como intangibles de tu marca, como son los valores, la misión, el logotipo, la iconografía, los mensajes, el tono, la tipografía, la esencia y personalidad. Es decir, numerosos ingredientes que deben ir unidos y pensados al milímetro para que la identidad de tu marca sea coherente y funcione.
La importancia del branding
Sabiendo bien en qué consiste este proceso, es fácil comprender la importancia que tiene en el éxito de una empresa. Hoy en día, esto se ha convertido en algo aún más relevante, ya que al vivir en un mundo globalizado, la competencia ha aumentado enormemente, y poder diferenciarse en el mercado es clave. Pero esto no es lo único que el branding puede aportarte, aquí te contamos algunos de los beneficios que te ayuda a lograr:
- Aumentar el valor de tu marca a nivel global y lograr una mayor fidelidad en los clientes
- Crear afinidad entre la marca y los consumidores
- Crear identidad y reconocimiento
- Generar conexión emocionales entre la marca y los clientes
- Generar confianza y credibilidad
Por último, todo lo anterior influencia las decisiones de compra de los consumidores. Una imagen de marca fuerte y bien creada, da percepción de calidad frente a otras. Por ello, los clientes tenderán a comprar el producto o servicio que esta ofrezca antes que otros.
Por todo esto, no cabe duda de que es una herramienta fundamental para todo negocio. Es lo que te ayudará a crear la identidad de tu empresa. No es solo cómo te ven, sino lo que sienten y experimentan los clientes con tu marca. Es por ello que invertir en el branding es una decisión estratégica para poder crecer, puesto que es uno de los procesos más importantes para crear una startup de éxito, al igual que lo son la realización de análisis DAFO para poder alcanzar tus objetivos o definir una estrategia de marketing para mejorar la comunicación de tu marca.